La actividad física es excelente a cualquier edad, pero especialmente en la tercera edad, conviene que introduzcamos hábitos y actitudes saludables, puesto que nos puede aportar beneficios muy necesarios tales como:
1. Mejorar nuestro sistema cardiovascular.
2. Mejorar nuestra composición corporal.
3. Prevención, tratamiento y rehabilitación de diversas enfermedades.
4. Retrasar las consecuencias del envejecimiento.
5. Proporcionar una mayor autonomía.
Lógicamente es muy necesario adecuar las actividades a las características y necesidades de nuestros mayores. De este principio nace la gerontogimnásia, gimnásia para la tercera edad.
Nuestras actividades se dividen en:
1. Actividades para estimular el sistema cardio-respiratorio: andar, nadar, andar en bicicleta, andar en elíptica, bailar, danzas. Estas actividades se recomiendan un mínimo de tres días por semana, con una intensidad moderada y un volumen progresivo en función del nivel de condición física.
2. Actividades para desarrollar los niveles de fuerza: Movimientos suaves y naturales, ejercicios funcionales, enfocados a la mejora de la autonomía de nuestros mayores en su vida cotidiana. Estas actividades requieren de un calentamiento adecuado y progresivo.
3. Actividades de coordinación y amplitud de movimiento: Se necesita una preparación previa, son actividades enfocadas a la mejora del rango de amplitud de movimiento, flexibilidad y elasticidad y mantenimiento de las habilidades motrices básicas y bases perceptivo motrices.
Los porcentajes estarán entorno a un 70% cardiovascular, 10% fuerza, 20% amplitud de movimiento y coordinación.
